Cuando las cosas se corren del camino y empiezan a hacerte daño, tenés que rebuscártelas como puedas para seguir caminando y dejar atrás. Pero a veces las cosas te persiguen, y tenés que correr y no sabés bien adónde.
Yo sé que una vez que ponga la primera pierna, voy a llegar a la meta. Y tu carita se va a volver un punto ínfimo como esa estrella que todas las noches mira a la luna y parece cerca, pero la distancia que se llevan no puede siquiera medirse.
Tengo tantas ganas de sacarte de mi vida como besos para darte... de despedida. Tengo tanto sol escuchándome las quejas, quejas que no pasan de quejas... no hago nada para cambiarlo.
Es tiempo, el momento es ahora, cuando se me despegan los ojos y puedo ver algo hermoso más allá de vos.
